¿Cómo puedo mejorar mi señal wifi de una forma sencilla?
El internet se ha convertido, en los últimos años, en una parte integral de nuestra vida. No tener acceso a esta red puede llegar a paralizar varias de nuestras actividades diarias; desde nuestras comunicaciones y nuestro entretenimiento, hasta nuestro trabajo y nuestras gestiones, pasando incluso, cada vez más, por el abastecimiento de bienes de consumo.
El hecho de que cada vez dependamos más de internet hace que lo que pidamos a nuestra conexión sea cada vez más exigente. Por un lado, tenemos más dispositivos y más personas conectadas a una misma red. Por otro, necesitamos más ancho de banda y no queremos tener que lidiar con latencias o cortes. Esto pone una presión añadida a nuestras conexiones, aunque, paradójicamente, cada vez llevemos peor las interferencias y los fallos de cobertura.
La tecnología wifi ha aportado una solución veloz, funcional, discreta y sencilla de instalar para traernos internet a casa, pero no es un sistema infalible. Por suerte, existen ciertos métodos que nos pueden ayudar a evitar problemas de conexión y a mejorar la señal wifi de nuestra casa o espacio de trabajo. ¡Y lo bueno es que, por lo general, no hay que ser ningún manitas ni ningún hacker para sacarles partido, con unos sencillos pasos o unas pocas indicaciones lo tendrás a tu alcance!
Trucos «de estar por casa» para mejorar mi señal wifi
Comenzaremos por lo más sencillo, aquellas soluciones que no requieren de aparatos adicionales, cambios de equipos, ni grandes alteraciones. Algunas de estas pautas pueden ser:
Elegir el lugar perfecto para el wifi
Puede parecer algo básico, pero realmente marca la diferencia. Hay que tener en cuenta que las superficies metálicas son una de las grandes enemigas de la cobertura wifi. Este material, junto con otros disruptores como pueden ser el vidrio, la madera, los plásticos, el cartón o la espuma —estos tienen una influencia menos drástica—, puede debilitar la señal.
Además, debemos saber que la señal wifi no se lleva del todo bien ni con electrodomésticos ni con sistemas cableados, por lo que lugares como la cocina no serán un lugar ideal para nuestro router. También hay que recordar que el suelo no es un buen sitio para colocar estos aparatos ya que las señales se emiten en todas direcciones. Si los colocamos en una posición más o menos alta (sobre todo si vivimos en una casa de varios pisos) y en una estancia céntrica sin demasiados obstáculos a su alrededor, le sacaremos mucho más partido.
Mantener el router en las mejores condiciones y bien configurado
En este apartado incluimos tanto la faceta interna del aparato como la externa. Es decir, deberemos mantener el router siempre actualizado y sincronizado, instalando el firmware más reciente y manteniéndonos al día de las renovaciones de software correspondientes. Pero también tenemos que asegurarnos de haber colocado y configurado la máquina correctamente, de que sus antenas estén en un posición correcta, y de que los dispositivos conectados lo están a la banda adecuada (las banda de 2,4 GHz y la de 5 GHz ofrecen prestaciones distintas que estarán más o menos indicadas según las tareas que vayamos a realizar).
Proteger tu red
La encriptación y el blindaje de nuestro wifi a través de una contraseña y otras herramientas de seguridad es una cuestión imprescindible a día de hoy. Con ello no solo evitaremos problemas de conexión, sino disgustos que podrían llegar a ser mucho más graves. Cabe recordar la importancia de contraseñas fuertes y difíciles de descifrar, la importancia de limitar al máximo las conexiones de personas externas, y el alcance de la conexión, así como de mantenernos siempre muy alerta para evitar posibles intrusiones.
Reutilizar cosas que tengamos por casa
Este punto puede parecer algo más complicado, pero no lo es tanto. Reutilizar es siempre una buena alternativa antes de pasar a comprar cosas nuevas. Podemos usar, por ejemplo, un router antiguo para que actúe como un equipo de apoyo vinculado que mejore la señal de una zona de la casa. Para ello habrá que desactivar el DHCP y configurar la IP LAN. Otra cosa que podemos utilizar es nuestro propio ordenador para que trabaje como repetidor y se convierta en un punto de acceso adicional de la red. Si nos ponemos aún más chapuzas, podríamos hasta recurrir al aluminio de una lata de refrescos para mejorar nuestra antena. Aunque claro, lo más recomendable si queremos tener una solución eficaz y de garantías es comprar una antena wifi potente.
Mashup adicional:
A todos estos puntos habría que añadir otras cuestiones como la búsqueda de canales poco saturados a través de la opción Control Channel de panel de control del router, o por medio de herramientas como Wifi Analyser o NetSpot; la gestión de aquellos usuarios o aquellas aplicaciones que consumen mucho ancho de banda (verificando especialmente las que lo consumen en segundo plano); o, cómo no, echar mano del viejo truco de reiniciar el router si algo falla.
Formas profesionales de mejorar el wifi y su cobertura
Si contamos con algo más de presupuesto y queremos dejarnos de experimentos podemos optar por soluciones más cualificadas, como la ya mencionada adquisición de antenas más fuertes. También podremos comprar un repetidor o amplificador de señal wifi de calidad, o utilizar un PLC o un acceso inalámbrico que cuente con tecnología Wifi Mesh. También convendría sopesar, si es posible, hacernos con productos que incluyan las últimas tecnologías wifi como es la IEEE 802.11ac, que ofrece velocidades de carga y descarga muy superiores a la versiones antiguas.
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